30.3.12

COMER Y DORMIR


La composición de algunos alimentos y hábitos dietéticos inadecuados se hallan en la raíz de muchos trastornos del sueño. La actividad del organismo durante la noche depende en forma conjunta y significante de la ingesta de alimentos.

Hay alimentos que por su particular composición nutritiva y según la cantidad ingerida afectan al sistema nervioso y tienen una acción directa sobre el sueño, algunos promueven el sueño y otros ayudan a permanecer despierto.


Los nutrientes que aumentan la síntesis de neurotransmisores y hormonas estimulantes del sistema nervioso central -dopamina, adrenalina y noradrenalina- dificultan el sueño; por el contrario, los que favorecen la liberación de reguladores relacionados con la sensación de relajación -melatonina, serotonina-, inducen al sueño.

Evitar las comidas abundantes y mejor tomar un refrigerio ligero antes de acostarse son dos consejos básicos para evitar el insomnio.


Alimentos que facilitan el sueño:



  • Cereales: arroz, pasta, pan, avena, cuscús, maíz.
  • Legumbres: judías, lentejas, garbanzos, soja.
  • Verduras y hortalizas: judías verdes, guisantes, berenjena, apio, tomate, papas, ajo, cebolla, lechuga, aguacate.
  • Frutas: plátano, ciruelas, nueces, avellanas, higos, melón, aguacate, dátiles.
  • Varios: leche, pavo, germen de trigo y levadura de cerveza. Omega 3 (pescado azul).
  • Infusiones relajantes que pueden ayudar a dormir: valeriana, tila, pasiflora, azahar, melisa y manzanilla.




Texto publicado en la revista Cableguía, Año 7 No. 74, Febreo 2012, p.45.

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