Las tarjetas
de crédito son instrumentos útiles y pueden ser muy convenientes para manejar
mejor los gastos, siempre y cuando se use con prudencia. Es realmente
provechoso que a la hora de tramitarla te tomes al menos 30 minutos con el
ejecutivo de cuenta para entender cómo funcionan y para saber como hacer un
buen uso de ella.
RAZONES PARA USALA:
TENER UN HISTORIAL CREDITICIO: Para obtener un crédito de una alta suma de dinero, por ejemplo
para comprar un coche o una casa, los bancos y las instituciones de crédito lo
primero que toman en cuenta es un historial limpio y largo.
CONTROL: Para tener
un mejor control de tus gastos revisa tu Estado de Cuenta y procura no pagar
cualquier compra (ropa o comidas) con tu tarjeta de crédito, si es así combina
con la tarjeta de débito; supervisa siempre tus gastos.
PLANEACIÓN: Elige bien
tu fecha de corte conforme a las cuentas claves de tu mes. Los meses sin
intereses son realmente útiles sobre todo para compras indispensables.
UNA TRAS OTRA: Por
lo normal la primer tarjeta es más cara y básica en sus beneficios. Conforme los
bancos noten que le estas dando un buen uso te ofrecerán mejores condiciones y
nuevas tarjetas.
SEGURIDAD: Muchas
tarjetas tienen seguros contra fraudes y clonaciones, asesórate.
EVITAR FRAUDES:
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa
de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef)
tiene una lista de recomendaciones
para evitar el mal manejo de las tarjetas de crédito y débito. A continuación
algunos de esos consejos para cuando uses tu plástico:
PIN:
Al seleccionarlo evita lo obvio, como tu año de nacimiento. No reveles
tu clave a nadie, ni lo lleves apuntado. Memorízalo.
No
pierdas de vista tu tarjeta. En comercios donde se la entregas a
un dependiente, como en los restaurantes, bares y gasolineras, considera un
tiempo razonable para que ésta sea devuelta y verifica al momento que sea la
tuya.
Cuando
uses el cajero automático o una terminal. Cubre el teclado
con la mano o el cuerpo al introducir tu PIN. Toma tu tarjeta y recoge el
recibo, ya que este último suele tener información de tu cuenta. Nunca aceptes
ayuda o sugerencias de extraños cuando uses los cajeros. En un establecimiento antes
de que deslicen por segunda vez tu tarjeta en la máquina pide al dependiente
que espere a que llegue la autorización, así evitarás cargos duplicados.
Estado
de cuenta. Verifica que el saldo corresponda al consumo.
Destruye tus estados de cuenta antes de echarlos en la basura. Igualmente
destruye ofertas de crédito y otra correspondencia que contenga información de
tus finanzas, porque estos datos pueden usarse para el robo de identidad.
Por
teléfono. No des información de tus cuentas, en especial si
es una llamada que no has iniciado tú.
Sólo
las necesarias. No lleves más tarjetas en tu
billetera o bolsa de las que uses normalmente, prevé un asalto o perdida.
Robo
o extravío. Ten a la mano los teléfonos para notificar al
banco en caso de robo o extravío, procura escribirlo en la memoria de tu
celular o en una agenda que puedas consultar de manera inmediata.
Fuentes http://www.cnnexpansion.com/ http://pequenocerdocapitalista.blogspot.com/
Texto publicado en la revista Cableguía, Año 6 No. 71, noviembre 2011.
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