EL TABAQUISMO DE LOS PADRES

El tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica y un grave problema de salud pública. Desde su descubrimiento en 1492 el consumo de tabaco se fue extendiendo por todas las culturas, sin distinción de clases sociales. 

La causa por la que la costumbre de fumar se ha extendido tanto, es porque el tabaco contiene una sustancia psicoactiva llamada nicotina. Ésta es una droga no sólo adictiva sino también tóxica. Además, el humo de tabaco está reconocido como un importante contaminante medioambiental. En él se han hallado más de 5000 compuestos químicos en forma de gases y partículas, más de 250 de estos compuestos son tóxicos demostrados, y más de 60 son cancerígenos humanos.

Ser fumador pasivo en la infancia supone un factor de riesgo para convertirse en adolescente fumador. 

Las razones que explican el inicio del consumo de tabaco entre niños y jóvenes son: el tabaquismo de padres y hermanos, la presión de amigos, la publicidad y otros medios que presentan el consumo de tabaco como una acción placentera llena de atractivo y que se acompaña de éxito personal. 

Si no se empieza a fumar en la adolescencia es poco probable que se haga en edades posteriores. Asimismo, la probabilidad de que los adultos dejen de fumar es menor mientras más temprana es la edad de inicio del tabaquismo. 

Sin embargo, más allá de que un adolescente empiece a fumar a temprana edad, su salud pudo haber sido dañada desde la infancia si sus padres fumaban en el mismo ambiente en el que se desarrollaba. Ya que, el tabaquismo de los padres no sólo es perjudicial para el funcionamiento pulmonar de los niños, sino que representa un riesgo para su futura salud cardiovascular. 

Los problemas cardiovasculares pueden originarse a muy temprana edad, incluso en niños de cuatro o cinco años, a causa del humo del tabaco. 

Aquellos niños cuyos padres fuman -uno de los dos o ambos-, tienen más posibilidades de tener la presión sanguínea ligeramente más elevada, una circunstancia que podría arrastrarse hasta la edad adulta y, eventualmente, contribuir a la aparición de auténticos problemas asociados al sistema circulatorio, como ictus o infartos. 

Por lo tanto, la prevención de enfermedades adultas como el infarto cerebral o el ataque al corazón comienza durante la infancia. Así lo demostró recientemente un estudio realizado en Alemania y en el que se ha tomado la tensión arterial a más de 4,200 escolares de educación primaria. Los resultados reflejaron que los niños expuestos al humo del tabaco en casa tienen un 21% más de probabilidades de tener la tensión alta.

El aumento asociado al tabaquismo paterno resultó más significativo en la tensión arterial sistólica (conocida comúnmente como “la alta”). Por otra parte, las madres fumadoras, aunque eran menos que los padres, tienen un efecto mayor sobre sus hijos, lo que probablemente se debe a que pasan más tiempo en casa.

Fuente: http://www.elmundo.es/

CIMAVAX-EGF

Científicos cubanos registraron la primera vacuna terapéutica a escala mundial contra el cáncer avanzado de pulmón, resultado de 15 años de investigaciones. Dicha vacuna ha sido probada en más de mil pacientes en la isla, y permite convertir el cáncer avanzado en una enfermedad crónica controlable, no provoca efectos adversos severos y ha demostrado ser segura. A diferencia de las quimioterapias y las radioterapias –usualmente empleadas en la atención del cáncer–, que desencadenan una elevada toxicidad, pues son inespecíficas y atacan tanto a las células malignas como a las normales, la CIMAVAX-EGF va hacia el sistema relacionado con el tumor. 

Texto publicado en revista Cableguía, Año 6 No. 63, Marzo 2011.