El pan de muerto, es para los mexicanos un verdadero placer, remonta su origen a la época prehispánica y ahora es uno de los elementos más importantes en las ofrendas del Día de Muertos. La celebración de los difuntos se convierte en un banquete mortuorio dominado por alimentos y flores de color amarillo.
El pan de muerto es resultado de las fusiones que conforman a México como un país mestizo que se debate entre sus raíces prehispánicas y españolas, las cuales se logran ver en la rica gastronomía que posee. Tiene su origen en la época de la Conquista, inspirado por rituales prehispánicos.
Algunos historiadores han dicho que el pan lleva las cuatro canillas en forma de cruz, porque con ellas se designan los cuatro rumbos del nahuolli (el universo). Otros han dicho que son los cuatro puntos cardinales, definidos por igual número de divinidades: Quetzalcóatl-Camaxtli, Xipetotec, Tláloc-Huitzilopochtli y Tezcatlipoca.
SIGNIFICADO: El pan de muertos es redondo porque esta dentro de la dualidad vida-muerte que no permite que nada temine y que la vida continúe mas allá de lo que en un estado consciente no se podría entender. Los huesitos que sobresalen en la parte de arriba, son los mismos del muertito. Anteriormente el ombligo del centro lo pintaban de rojo, retomando la tradición que tenían los mexicas de pintar a los que morían.
- En Mixquic D.F., durante las fiestas de Día de Muertos se hacen panes con forma de mariposa, pues se creía que las niñas muertas se transformaban en estos hermosos lepidópteros.
- Recomendación Literaria: Azucarados Afanes, Dulces y Panes de José Luis Curiel Monteagudo,
Texto publicado en revista Cableguía, Octubre 2010 Año V Núm. 58
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