¿Cuánto tiempo gastas respondiendo correos electrónicos, checando Facebook, enviando
y leyendo tuits, navegando en tus páginas web favoritas y comprando
en línea cosas que no necesitas? ¿Cuánto tiempo, en otras
palabras, diariamente estás gastando en Internet que no representa mucho valor
en tu vida o en la de alguien más?
Te has puesto a pensar que
estos hábitos pueden afectar no sólo tus relaciones personales,
también tu desempeño laboral o escolar. Para combatir esta
patología te traemos algunas sugerencias publicadas en el blog
Harvard Business Review:
- Contrólate, no caigas en la tentación. Elige conscientemente los momentos para conectarte y desconectarte de tu computadora y tus gadgets. El mejor momento es cuando comienza el día, que es cuando tienes más energía y cuando, específicamente, estás dispuesto a enfrentar nuevos retos, hazlo sin interrupción por al menos 30 o 90 minutos para empezar.
- Lleva contigo una libreta a lo largo de tu día laboral o escolar. Escribe todas las ideas que vengan a tu mente tan rápido como te sea posible, no sólo para que las recuerdes al final del día, también para liberar espacio en tu memoria. También lo puedes hacer en el bloc de notas de tu smartphone.
- Entre juntas, obligaciones y/o clases, toma un poco de tiempo para respirar profundamente. Por la nariz contando hasta tres, por la boca contando hasta seis. En tan sólo un minuto, limpias tu corriente sanguíneo de la hormona del estrés: cortisol. Te sentirás más tranquilo y serás más capaz de concentrarte.
- Si te es posible toma una siesta de 15 a 20 minutos, entre las 13 y las 16 hrs. Sobre todo los días que no has dormido suficiente y te encuentras exhausto. Incluso una siesta muy pequeña incrementa dramáticamente tu atención y productividad durante las siguientes horas.
- Diseña y determina en tu calendario tiempos específicos de la semana para pensar reflexivamente, de forma creativa y/o estratégica. Levántate de tu escritorio y sal a caminar o busca un lugar confortable y relajante donde pasar un rato. Obviamente deja tu smartphone en tu escritorio. La idea es darle un descanso al hemisferio izquierdo de tu cerebro (el verbal) de su sobrecarga habitual, en estos momentos confía en el lado visual e imaginativo de tu cerebro, el hemisferio derecho. Sabrás que estás haciendo lo correcto si pierdes la noción del tiempo.Texto publicado en la revista Cableguía, Año 7 No. 84, diciembre 2012.
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