Tener un buen empleo en el contexto económico que vivimos es algo muy valorado, al grado que la tendencia a ser un empleado workaholic va creciendo en el país, sin considerar que este comportamiento puede convertirse en una patología.
Entre 5 y 8% de la población mexicana es adicta al trabajo, problema que
se caracteriza por una necesidad compulsiva de realizar tareas laborales
interfiriendo con las relaciones familiares, sociales y el desarrollo personal.
CARACTERÍSTICAS DE UN ADICTO AL TRABAJO
Tener una obsesión con el trabajo tiene como característica principal,
una falta de control sobre las horas equilibradas que se deben dedicar a
nuestras responsabilidades laborales, permitiendo a nuestro cuerpo y mente
estar en plena armonía.
Este tipo de empleado invierte más de 12 horas al día en su jornada
laboral, o de 50 a 60 horas por semana.
A los workaholics les resulta difícil delegar responsabilidades, son
desconfiados y su círculo de amistades y hobbies se centran en compañeros de
trabajo o en contactos que les aporten algún beneficio profesional.
Además, tienen miedo al tiempo libre, porque les parece una pérdida de
tiempo y no saben en qué ocuparse.
CONSECUENCIAS
El problema radica en que si bien los adictos al trabajo suelen parecer
muy rendidores y productivos, a largo plazo el ritmo laboral que estos
profesionistas llevan, tan prolongado y sin control, los hace caer en errores o
no pueden cumplir con las fechas y las metas establecidas.
Además terminan siendo un elemento controversial en las empresas, porque
obligan a otros (principalmente si el workaholic es el jefe) a mantener la
misma dinámica que ellos, por lo que se crean problemas entre los integrantes
del equipo.
Trabajar de manera excesiva a pesar del desgaste que esto propicia, genera
varios trastornos físicos. En primer lugar, se disparan los niveles de ansiedad
y estrés porque el cuerpo y la mente no reciben el tiempo suficiente para
descansar y recuperar la energía invertida en las tareas laborales.
Otros problemas frecuentes son los vasculares, endócrinos,
respiratorios, dermatológicos, gastrointestinales, cardíacos, cambio de carácter
inesperado, problemas para dormir, etc.
COMBATE TU ADICCIÓN AL TRABAJO
- Haz Deporte: Provocará disminuir tu nivel de estrés, te hará sentir mucho más sano, seguro de ti mismo, y sobretodo fresco para tus actividades diarias, lo que elevará tu nivel de productividad.
- Capacítate en lo que más te guste: Ingresa a algún curso, diplomado, licenciatura o a una maestría. Esto ayudará a enfocar tu tiempo en adquirir nuevos conocimientos que puedes aplicar en el trabajo pero con un grado mayor de profesionalización, haciendo más eficientes tus labores, quitándote trabajo de más.
- Explora nuevas vivencias: Trata de distraerte lo mayor posible, por ejemplo, inclínate por realizar actividades al aire libre con tu familia o pareja, realiza visitas culturales, etc.
Texto publicado en la revista Cableguía, Año 7 No. 83, noviembre 2012.
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