14.3.12

CIUDADES VERDES: SUSTENTABILIDAD, ECOLOGÍ­A Y BIOCLIMÁTICA



Con el fin de mejorar la calidad de vida y hacer frente a los grandes desafíos ecológicos de la humanidad, al rededor del mundo arquitectos y urbanistas desarrollan nuevas formas de vivir que nos hacen repensar el espacio en el que nos desarrollamos y nuestra relación con ello.
Priorizar criterios medioambientales en las viviendas, mejorar la eficiencia del transporte, optimizar la producción de bienes y servicios o mejorar la gestión de los residuos, son algunas de las medidas que en países como Reino Unido, Alemania, Islandia y Suecia han adoptado para convertirse en ciudades verdes o para hacer grandes complejos ecológicos.

REIKIAVIK, ISLANDIA
Por ejemplo la ciudad Reikiavik, capital de Islandia, ha demostrado que puede abastecer a toda la población con energías renovables, al tener autobuses con combustible de hidrógeno, además de suministrar electricidad a sus ciudadanos a partir de la energía geotérmica e hidráulica.

BEDZED, LONDRES
La urbanización BedZed al sur de Londres es una colección de edificios diseñado de arriba abajo para vivir sin utilizar combustibles fósiles en el día a día, se basa en decisiones de diseño simples y pragmáticas para hacer mínima la huella del carbón. Además, se usa prominentemente en las casas, sin que sean ocultadas, las cubiertas verdes de placas solares y la calefacción combinada, las calderas eléctricas y los contadores de energía. El arquitecto Bill Dunster, diseñador del proyecto BedZed, dice que vivir con poco carbón es una doble victoria: “No sólo ahorramos dinero en un año, sino que además salvamos el planeta”.

FRIBURGO, ALEMANIA
Friburgo, al sur de Alemania, es un buen ejemplo del estilo de vida verde a gran escala. El 90% de los estudiantes de la ciudad van en bici y usan los bien planificados autobuses y tranvías que sólo hacen un trayecto que atraviesa la ciudad. Los tranvías son tan centrales que todo el sistema de tráfico está diseñado para que de manera automática los semáforos de tranvía se pongan en verde siempre. Es una medida que ha reducido a la mitad el tiempo que dura el trayecto por la ciudad. 

VAUBAN, ALEMANIA 
En el distrito ultraverde de la ciudad, Vauban, también Alemania, sólo permiten la construcción de edificios que tengan cubiertas aptas para la energía solar. Los espacios libres o de aparcamiento fuera de las casas están reservados para parques infantiles, jardines o espacios deportivos. Friburgo y Vauban parecen haber cautivado la atención del resto del mundo. 

Bo01, SUECIA
Más al norte de Europa, Bo01 en Malmoe, Suecia, es otro ejemplo de cómo pueden ser las ciudades verdes en el futuro. El Gobierno sueco comenzó en 2001 un programa de inversiones a 20 años para contribuir a que la ciudad, que tradicionalmente, se había dedicado a la construcción de barcos, se reinvente a sí misma como ciudad ecológica líder en el mundo. 

MALMOE, SUECIA
Malmoe, Suecia, actualmente está conformado por la silueta de nuevos edificios de más de 40 estilos arquitectónicos distintos. El centro peatonalizado de la ciudad está libre de coches y lleno de plantas florecientes. Núcleos de edificios de 4 y 5 plantas albergan colegios, tiendas, mercados y viviendas, todo junto. El plan de transportes públicos favorece los autobuses y tranvías, las bicicletas o ir andando antes que el uso del coche. Las energías renovables procedentes de una planta geotérmica provee cuatro quintas partes de el total de la energía que la ciudad necesita y el resto procede de energía solar y eólica.



  1. Para crear ciudades verdes se deben seguir una serie de patrones:
  • Aprovechar las viviendas disponibles, de forma que se reduzca el consumo de suelo, infraestructuras y otros recursos.
  • Concienciar a la población para reducir, reutilizar y reciclar productos.
  • Fomentar la movibilidad urbana libre de vehículos automotores, mediante la inversión en infraestructuras que permitan un tránsito peatonal y en bicicleta, así como un transporte público eficiente, viable y ecológico.
  • Ofrecer la posibilidad e incentivar que los ciudadanos puedan producir su propia energía, así como desarrollar sistemas que permitan transformar los residuos en energía.
  • Mejora de la calidad de vida de los ciudadanos mediante un  aire más limpio, un mayor acceso a los servicios y una mayor atención a la producción local.



Parte de este texto se publicó en la revista Cableguía, Año 7 No.74, Febrero 2012.

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