Revisemos nuestras experiencias televisivas

 El 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Televisión, en conmemoración de la fecha en que se celebró en 1996 en el primer Foro Mundial de Televisión en las Naciones Unidas para animar a los programadores de televisión a emitir contenidos que fomenten la paz, la seguridad y el desarrollo económico y social, así como para alentar a los Estados Miembros a la exportación de programas de televisión para favorecer el intercambio cultural.

En diferentes países lo celebran de diversas formas con premiaciones, foros, programación especial, etc., en España por ejemplo se llevan a cabo los Premios Talento, que "reconocen el trabajo anónimo de aquellos profesionales dedicados al medio, cuya labor entre bastidores, detrás de la cámara, haya resultado merecedora del reconocimiento público".

La importancia de este día es que todos los televidentes revisemos nuestras experiencias televisivas, para combinarlas, potenciarlas y plantear un escenario que contemple a la televisión en nuestras vidas más allá de un simple entretenimiento.

La televisión sigue siendo el medio de comunicación más influyente y que llega a más personas, a pesar del rápido crecimiento de nuevas tecnologías como Internet. A pesar de los esfuerzos de la ONU y de otras organizaciones, UNICEF afirma que "la presión de beneficios económicos inmediatos, la falta de criterio cultural y social e, incluso, el desprecio por la audiencia nos acerca cada vez más a lo que se ha llamado la telebasura".

La violencia, la cruda morbosidad y el sexo, se han convertido en los pilares de no pocos programas televisivos. La competitividad no se ha basado en una programación seria y responsable, sino en la atracción del público con unos contenidos banales y groseros, que están en la frontera de lo éticamente permisible. En la telebasura se busca el crecimiento de la audiencia a través de la provocación de los instintos, las pasiones y los sentimientos del telespectador.  

Es necesario que se pongan los medios pertinentes ante la vulgaridad y erotismo que inunda la pequeña pantalla. Urge eliminar de las parrillas todas las series violentas, insolentes y eróticas, que pueden ofuscar a los niños y jóvenes, es por ello que se pone especial énfasis en hacer llegar los objetivos de este día a muchas personas.

Además, la forma de ver la televisión ha cambiado, el zapping ha generado falta de profundización y de continuidad por parte del espectador y existe un desconocimiento por parte de las cadenas de los intereses reales de los televidentes.

Es importante pensar, tanto a la televisión como a las nuevas tecnologías en general, como aliados estratégicos y no como enemigos, aprovechando el entusiasmo que despiertan en niños y adolescentes, solamente tienes que saber que elegir ver en la televisión.

Te invitamos a que la actividad de ver la televisión, ya sea desde el propio televisor, a través de Internet o en el teléfono personal se haga en compañía, en familia, compartiendo ese momento juntos y eligiendo el programa entre todos. Esto ayudará a que los más niños y jóvenes posean una actitud crítica en la elección de contenidos y que no sea una actividad de continuo “zappeo”.

NOTA IMPORTANTE:

También te damos algunos consejos básicos para tener una experiencia de mayor calidad al ver la tv: confecciona un menú televisivo semanal, haz de la televisión una actividad compartida y coloca la televisión en su lugar y en su momento.

¡Felicitemos a la televisión por su día y disfruta del Día Mundial de la Televisión en familia!

Fuente: http://www.un.org/

¿Qué vemos en televisión?

Entretenimiento: realities, series, concursos. Debemos ser críticos ante los valores que nos muestran y saber diferenciar entre realidad y ficción. 

Divulgativos o informativos: noticiarios, documentales, programas educativos. Éstos nos pueden aportar mucho, podemos aprender infinidad de hechos e ideas que desconocemos. Aún así, debemos tener siempre un punto de vista crítico ante todo lo que nos transmitan por televisión.

Según datos oficiales, los adolescentes pasan como mínimo tres horas diarias frente al televisor. ¿Cuánto tiempo destinas tú a verla? Calcúlalo detalladamente, qué programas son los que te gustan más y cuáles son los criterios que sigues para escogerlos. Es muy importante que desarrolles un sentido crítico ante la programación y que, de este modo, no influya de manera negativa en tu desarrollo.

Texto publicado en la revista Cableguía, Año 5 No.59, Noviembre 2010, pp: 38 y 39.