NATALIE PORTMAN

Es una actriz que posee un poderoso cóctel de elegancia y belleza, armada con una madurez más allá de sus años y una sensualidad sutil. Fue una niña cándida desde que empezó a hacer cine, sin embargo demostró una madurez extraña en Hollywood cuando decidió sacar un título en psicología (con excelentes calificaciones) en Harvard. Ha conseguido evitar el escándalo y la exageración sensacionalista a pesar de vivir en el ojo público desde que tenía sólo 12 años de edad. Hoy es en una de las figuras más codiciadas y exitosas del mundo de la cinematografía.

Natalie Hershlag nació el 9 de junio de 1981. Cuando la pequeña hija única de un médico y una actriz empezó a interesarse por una carrera artística, sus padres decidieron cambiar su apellido por uno más fácil de pronunciar, el Portman de su abuela. Aunque Natalie nació en Jerusalén vive desde muy niña en  EEUU. A los once años, mientras comía en una pizzería neoyorquina fue descubierta como modelo.

Desde sus inicios Portman asumió papeles fuertes. Su primer filme, a los 12 años, fue bajo la dirección del francés Luc Besson en El asesino perfecto (The Professional, 1994), donde Jean Reno, en la piel de un criminal, se convierte en su maestro para delinquir. En los siguientes años realizaría diversas películas, ya a los 18 años se independizaría de su familia y de sus asesores.

En 1999 fue requerida por George Lucas para encarnar a la Princesa Amidala en los tres últimos episodios de la saga de La guerra de las galaxias, los cuales rodó mientras cursaba la carrera de psicología.

Mucho tiempo se caracterizó por ser una actriz pendiente de la moralidad de sus personajes para elegirlos, algo que nunca ha confirmado de manera abierta. "Valoro mi vida privada y andar de una forma segura, más que conseguir papeles exhibiendo mis pechos en algunas revistas o siendo un símbolo sexual en películas", dijo en una entrevista en el 2000.

En el año 2004 ganó el Globo de Oro como mejor actriz de reparto por su interpretación de una bailarina nudista en Closer (2004), film dirigido por Mike Nichols por el que también fue nominada al Óscar. En 2005 estrenó la superproducción V de Vendetta (2006) de James McTeigue, para la que se rapó totalmente la cabeza y aprendió a hablar con acento británico, su actuación le valió un premio Saturn a la mejor actriz.

Además de su faceta como actriz cinematográfica, ha participado en obras de teatro; ha escrito artículos periodísticos, muchos de ellos centrados en sus orígenes israelitas; habla hebreo, inglés y un poco de francés, japonés, alemán y español; es vegetariana y, según ha manifestado, no toma alcohol ni drogas.

En mayo de 2008 se convirtió en el miembro más joven del jurado de la 61ª edición del Festival de Cannes. Ese mismo año debutó como directora en el cortometraje Eve, el cual fue estrenado en la 65ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia.

También ese año, participó en la serie documental de Animal Planet, Gorilas de Ruanda, donde viajó a dicho país para estudiar la situación ecológica y ambiental de éstos animales en vías de llegar al peligro de extinción. Además ha prestado su ayuda a numerosas causas humanitarias y medioambientales entre las que destacan el Programa de Escolarización Tacare Girl o el Instituto Jane Goodall, una organización sin ánimo de lucro, dedicada a investigar la vida salvaje en Tanzania.

Antes de su compromiso con el bailarín Millepied (coreógrafo del Cisne Negro), Portman tuvo un  romance en 2003 con el actor mexicano Gael García Bernal y luego en 2008 con el músico indie venezolano Devendra Banhart.

En lo que va del año, por su interpretación protagónica en Cisne Negro fue ganadora de los más reconocidos premios a mejor actriz como: el Óscar, Globo de Oro, el Premio del Sindicato de Actores y el premio BAFTA.

CISNE NEGRO

Para encarnar a Nina en Cisne Negro, Portman, una chica menuda de 1,60 de estatura, perdió cerca de 10 kilos y durante un año se comprometió a aprender ballet. Tomando como marco de referencia la dualidad de la pieza El lago de los cisnes de Tchaikovsky, Darren Aronofsky dirigió a la actriz en un personaje que empieza a vivir en su cabeza la mutación del papel como bailarina: el cisne blanco y el cisne negro. Frágil, miedosa y obsesionada con la perfección y la competencia, Natalie es la columna vertebral de una trama donde también se lucen el francés Vincent Cassel y su compañera -y amiga en la vida real- Mila Kunis.

Texto publicado en la revista Cableguía, Año 6 No.64, Abril 2011, pp. 12-13.